Mucho cuidado con la oruga procesionaria
Por estas fechas, llega uno de los momentos más peligrosos del año para nuestros perros. Las procesionarias abandonan sus nidos en los pinos y se desplazan formando hileras (en «procesión») por los alrededores de esos mismos pinares, y en ocasiones desplazándose distancias relativamente largas.
Esas hileras de orugas son muy llamativas para los perros, el problema aparece cuando estos olfatean, lamen o comen la oruga y entran en contacto con los pelillos que contienen taumatopeína, sustancia responsable de una grave reacción alérgica en perros.
Los efectos pueden llegar a ser muy graves, las zonas que suelen entrar en contacto con las procesionarias son la boca, lengua y hocico, inicialmente se produce edema, hinchazón y picor, también pueden producirse vómitos y además es frecuente que las mucosas (lengua, belfos…)se necrosen y se pierdan en parte. En los casos más graves, se produce inflamación en la garganta, la glotis se cierra y esto resulta muy doloroso y puede dificultar la respiración, pues se obstruye el paso de aire a los pulmones.
Para no tener problemas con la procesionaria debemos evitar los pinares y permanecer muy atentos si nos encontramos en sus alrededores.
¿Qué debemos hacer si nuestro perro entra en contacto con una oruga procesionaria?
Si estamos paseando por un pinar y creemos que el perro a contactado con una oruga o restos de un nido, es importante lavarle bien la zona afectada , que suele ser la boca y la lengua, con agua abundante, sin olvidar que debemos tener mucha precaución pues las orugas producen también reacciones en nuestra piel. El siguiente paso es acudir rápidamente al veterinario para que se le aplique un tratamiento lo antes posible.
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