Nuestro perro se hace mayor
La esperanza de vida de nuestras mascotas es cada vez mayor. La madurez, lejos de ser una enfermedad, es una etapa fisiológica con sus propias características, al igual que el resto de etapas de su vida. Conoce en que consiste este periodo ayudándole a mantener una buena calidad de vida.
La esperanza de vida del perro es cada vez mayor
Lejos de ser una enfermedad, en el perro (al igual que en el ser humano) la madurez constituye una etapa fisiológica con sus propias características, al igual que otras etapas de su vida.
Usted, como dueño, desempeña un papel esencial en este proceso. Si bien los signos del paso del tiempo son a menudo poco visibles, es importante detectarlos lo antes posible y comentarlos con el veterinario, quien nos podrá recomendar distintas medidas que deberán adoptarse para prevenir los efectos negativos de este proceso.
1. ¿Cuándo se considera que un perro ha alcanzado la madurez?
En términos generales, se considera que un perro ha alcanzado la madurez cuando supera los ¾ de su esperanza de vida. Esta varía en función de la raza y del tamaño del perro, así como del estilo de vida, la alimentación y el estado fisiológico.
2. ¿Cuáles son los primeros signos que aparecen?
La actividad: el perro maduro muestra menos vitalidad y un menor interés por sus juguetes y puede ser que tenga menos entusiasmo cuando se le saca de paseo. Puede mostrarse menos ágil y ser más lento en sus movimientos. Por otro lado, con el paso del tiempo algunos tienden a dormir más horas.
El peso corporal: el proceso de madurez también afecta al metabolismo del perro, observándose una pérdida de músculo y la acumulación de tejido graso. Hay mayor riesgo asociado con el sobrepeso y la obesidad del animal.
La piel y pelaje: aparece pelo gris alrededor de los ojos y hocico, pérdida de pelo, pelaje con menos brillo y mayor fragilidad, engrosamiento de la trufa y almohadillas, en ciertas ocasiones pueden desarrollarse quistes o tumores cutáneos.
Cambios de comportamiento: Al igual que en el ser humano, el paso del tiempo afecta al cerebro del perro y, si bien éste es un proceso natural, puede provocar alteraciones en el comportamiento del animal o afectar a algunas de sus facultades. Algunos de estos cambios son una consecuencia directa de la pérdida de memoria y del aprendizaje: desorientación, cambios en la relación entre el perro y su dueño y familia, trastornos del sueño y menor grado de actividad.
Los sentidos de la vista, oído y olfato también pueden verse afectados por el paso del tiempo.
3. Recomendaciones
Unos buenos hábitos higiénicos redundan en un mayor bienestar del perro maduro, y también permiten detectar antes cualquier tipo de problema, hay que recordar que cuanto antes se inicie el tratamiento, más eficaz será éste.
Baño: en el baño asegúrese de utilizar un champú especial para perros, diseñado para uso frecuente, y que proteja la piel y el pelaje del perro, que además de mostrar menos brillo presenta una mayor sequedad.
Cepillado: con él eliminamos el pelo muerto y ayudamos a su regeneración y además nos permite examinar la piel para localizar cualquier problema que pueda surgir en la piel.
Cuidados de ojos y oídos: es fundamental una buena limpieza de oídos y ojos con productos especializados. En algunas razas deben observarse algunos cuidados especiales.
Tratamiento dental: En todo momento, independientemente de su edad, el perro precisa una adecuada higiene bucodental, a fin de eliminar en la medida de lo posible las bacterias responsables del mal aliento y de las enfermedades periodontales. El cepillado, si su perro está acostumbrado, debe realizarse con un cepillo y pasta especial, tres veces a la semana. Si el mal estado de la boca es ya muy avanzado, el veterinario valorará el realizar una limpieza de boca mediante ultrasonidos.
Mantener una rutina: para evitar cualquier trastorno, asegúrese de no realizar ningún cambio en el entorno del perro: cesto, juguetes, alimentación, bebedero, horas de paseo y comidas, etc.
Comprende las nuevas necesidades de su perro: ¿su perro requiere más paz y tranquilidad, o necesita ir a orinas más a menudo? ¿Su perro tiene más dificultades a la hora de subir y bajar escaleras? Siempre que sea posible intente adaptar su comportamiento o el entorno del perro para facilitar el día a día del animal.
Alimentación: Actualmente existen alimentos especialmente diseñados para perros maduros y de avanzada edad, con bajo contenido en grasas, muy apetitosos, con mayor cantidad de vitaminas , antioxidantes y otros nutrientes esenciales para mantener las funciones vitales del perro. Puedes consultarnos para recomendarte uno que se adapte a las necesidades de tu perro y ajustar la cantidad que le debes dar.
Asegúrese de que su perro beba de forma regular dado que con la es frecuente que los perros sientan una menor sensación de sed, y una hidratación inadecuada puede provocar trastornos urinarios o estreñimiento.
4. ¿Debo restringir el ejercicio?
A menos que el veterinario recomiende adoptar otras medidas, el perro maduro ha de realizar ejercicio para mantenerse saludable. Jugar, correr, explorar…estas sencillas actividades estimulan los músculos y el cerebro de su perro, y desempeñan un papel importante a la hora de mantener la calidad de vida del animal.
El aprendizaje de nuevos ejercicios constituye una buena forma de mantener activa su memoria. Por otra parte, dado que las capacidades cognitivas disminuyen con la edad, el perro maduro requiere ciertas dosis de paciencia.
5. ¿Qué cuidados médicos requiere?
Algunos problemas, si se detectan en una fase temprana, pueden tratarse o aliviarse considerablemente, posibilitando que el proceso de madurez trascurra de forma natural. Recuerde que el veterinario conoce perfectamente las necesidades de su perro, en cada una de las etapas de su vida, por lo que es conveniente que acuda a su consulta al menos una o dos veces al año. Es recomendable que prepare la visita de antemano, sus observaciones resultarán de gran utilidad al veterinario a la hora de detectar cualquier posible problema en una fase temprana y determinar el tratamiento adecuado. Antes de la consulta con el veterinario considere las siguientes cuestiones:
¿He observado algún cambio en el comportamiento de mi perro?
En caso afirmativo, ¿ha sido un cambio repentino o gradual?
¿Duerme tan bien como antes?
¿En alguna ocasión se muestra agresivo?
¿En ocasiones lame objetos o personas de forma compulsiva?
¿Se muestra inquieto, en especial cuando me dispongo a irme?
¿En algún momento se desorienta?
Si quieres más información no dudes en ponerte en contacto con nosotros, resolveremos tus dudas encantados.
*Información extraída de “La guía del perro maduro” de Royal Canin.